EL TEAM EL TEAM EL TEAM
En la calle hay gente con mucho talento. Músicos, pintores, dibujantes, cantantes, escritores, actores, y un largo etcétera. Gente que sale a dar lo mejor de sí misma.
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En La Calle también hay mucho de eso y con mucha hambre. ______________ Cuentas, creativxs, diseñadorxs, ninjas digitales y la crew de producción. Un “dream team” que es puro fuego.
Tú pide y deja que te sorprendan.
CEO. David es de los que se echan a las calles a ver lo que estas le deparan. Le gustan los cruces de ideas, las señales que marcan y estar en los lugares que nadie se atreve a estar. Por eso la agencia no podía tener otro nombre. En 2010 se imaginó una calle y no ha parado hasta construir, ladrillo a ladrillo, la nuestra.
Creativa de corazón y vocación, su cabeza es un hervidero de ideas en constante ebullición. Lo mismo te planta un evento, que un copy súper divertido para una campaña. Pero como ella dice: ‘creatividad sin estrategia sólo son ideas’. Y por eso es la Dire de Estrategia y Creatividad. Yasssssss.
La primera vez que ves a Juanjo, parece el típico marido perfecto de las pelis de Antena 3 de los domingos. Tremendamente guapo y encantador. Fijo que oculta algo…Pero que va, no hay por donde pillarle.
En la agencia es responsable de nuevo negocio, entre otras muuuuuuchas cosillas, claro.
A Patricia le encantan los saraos, y si pueden ser en medio de la calle, mejor que mejor. Siempre está pendiente de que todos tengan de todo, por eso es las Responsable de Cuentas.
Lo más probable es que la encuentres en algún bar o evento. Dirá que está haciendo prospección o captando nuevos clientes, claro.
Ana es publicista y triatleta. Como buena deportista, le encantan los retos y que todo salga bien. Y si es con trofeo, mejor.
Es la responsable del departamento de producción y de ayudar a dirección en la búsqueda de nuevas líneas de negocio. Crack!
Borja es ese tipo de diseñador que siempre tiene un lápiz en la mano y una idea loca en la cabeza, capaz de transformar lo ordinario en algo completamente inesperado y único.
Después de un día de creatividad desbordante, disfruta relajándose con una cerveza fría, dejando que su mente siga explorando nuevas formas y conceptos.
Es apasionado, un poco rebelde, y siempre está buscando la próxima gran idea que lo saque de la rutina.
¿Sabes cuando ves por la tele un anuncio chulo o vas por la calle y ves una valla increíblemente diseñada y te imaginas quién habrá hecho eso? Alguien con mucho talento, grandes capacidades y un manejo brutal de las herramientas de diseño, bla, bla, bla…
Luego ves a Irene y efectivamente, así es. Lo increíble es que todo ese talento quepa solo en su metro sesenta. Así a ojo.
Cuando piensas en lo que molaría tener en tu equipo a un perfil que controle todo lo que tiene que ver con digital (y además, estilosa), podrías pensar en ella.
Que si mil ideas de contenido, que si estrategias, que si copys, que si aplicaciones de IA, que si herramientas para cosas que no sabrías ni que son.
Pues ella lo lleva todo todito por delante. Un todoterreno vamos. Si tienes dudas, no dudes en preguntárselas.
Ahora que las marcas solo quieren dirigirse a millenials, desde la llegada de Paula todo es mucho más fácil.
Aunque acaba de empezar en el mundillo agencia, es una crack en todo lo que hace. Incluso locuta bien, pero eso nunca lo admitirá. Según ella, da bastante “cringe”. Ni idea de qué es eso, pero la queremos igual.
Si no se te dilatan las pupilas, si no se te acelera la respiración, si no se te eriza la piel, si no se te acelera el corazón, no es hambre.
Lo que vemos fuera, da paso a la imaginación. La imaginación es lo que da paso al deseo. El deseo crea la irrefrenable capacidad de seducir y enamorar a través de uno de los sentidos más potentes. El amor a primera vista. Otra forma de hambre.
Todo el mundo vende algo. ¿Significa eso que todo está en venta? La respuesta es no. Sin embargo, ahí es donde entran en juego diferentes cualidades como la capacidad estratégica, la analítica o las relaciones personales. El hambre de vender, hambre de oportunidades.
Es en ese momento, cuando realmente te conoces a tí mismo. Cuando el hambre de construir, de crear, de hacer realidad te lleva a hacer cosas que no creías que eras capaz.
Probablemente la mejor forma de calmar el hambre, es tener aún más hambre. Canalizar la capacidad de búsqueda constante de oportunidades, querer siempre ir a más. Saber jugar bien tus cartas como herramienta de seducción y saciar ese hambre con nuevos retos.